TOKIO.- El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) considera que Japón subestimó el riesgo de un tsunami para sus centrales nucleares, según una investigación cuyo compendio fue entregado hoy al Gobierno nipón.
El informe fue elaborado por 18 expertos del OIEA que desde el 24 de mayo han inspeccionado varias plantas atómicas de Japón, entre ellas la de Fukushima Daiichi, donde la crisis desatada por el terremoto y devastador tsunami del 11 de marzo sigue abierta.
Los resultados de la investigación serán comunicados en una reunión ministerial sobre seguridad nuclear que el OIEA celebrará en Viena del 20 al 24 de junio.El resumen del informe entregado al Gobierno indica que Japón infravaloró el riesgo del tsunami y no supo responder a las olas, más grandes de lo esperado, que se produjeron tras el terremoto de 9 grados Richter del 11 de marzo, según la cadena pública NHK.
Sin embargo, el documento también indica que Japón difícilmente podría haber hecho más de lo que hizo tras el accidente, con los sistemas de seguridad de la central dañados y escasez de electricidad y personal en ese momento, añade la cadena televisiva.El documento expone la necesidad de que de que la Agencia de Seguridad Nuclear, órgano regulador de la energía atómica en Japón, tenga mayor independencia, ya que está adscrita al Ministerio de Industria, que tradicionalmente ha promocionado las centrales nucleares en el archipiélago.
El OIEA ya aconsejó hace tres años a Japón que escindiera este organismo de la cartera de industria.El informe también recomienda que el país revise su actual procedimiento para gestionar un accidente nuclear grave, basado en el supuesto de que se dispondrá de suministro eléctrico, al contrario de lo que sucedió en la central de Fukushima.
El portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear, Hidehiko Nishiyama, explicó hoy que el país espera emplear la investigacióncomo referencia en los esfuerzos para contener la crisis nuclear y mejorar la seguridad de las centrales niponas.La operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), continúa trabajando para solventar la crisis nuclear, la más grave tras el accidente de Chernóbil en 1986, y espera poder llevar los reactores a un estado de "parada fría" para enero de 2012.
Tomado de: http://www.emol.com/noticias/internacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=484812
28 de mayo de 2011
Dado que la zona del volcán Tungurahua atraviesa la temporada invernal, desde el día de ayer 27 de mayo, se han presentado lluvias constantes que han generado lahares y crecidas en las quebradas y ríos, que descienden del mismo.
Ayer se reportó un lahar de dimensiones importantes que descendió por la Quebrada de Pingullo, cerrando el tráfico por la vía Baños - Penipe, situación que se mantiene hasta el momento. Se observó además el descenso de agua lodosa por las quebradas Juive, Vascún, Pondoa, Bilbao, Mapayacu, Ulba y Achupashal.
Hoy se ha reportado flujos de agua lodosa por las quebradas de Bilbao, La Pirámide, Pondoa y en la zona de Juive. Se informó además crecidas de los ríos Chambo y Puela. El río Ulba presenta un caudal el doble de lo normal y transporta grandes bloques de roca.
De la información obtenida de las imágenes satelitales se puede considerar que las actuales condiciones climáticas continuarán, y debido a que el actual proceso eruptivo del volcán ha depositado abundante cantidad de ceniza y material piroclástico en los flancos del mismo, la posibilidad de que se generen flujos de lodo y crecidas de los ríos de magnitudes similares o mayores a los ocurridos es alta. Por esta razón se recomienda a las autoridades y a la población tomar las precauciones necesarias para confrontar estos fenómenos.
Instituto Geofísico
Escuela Politécnica Nacional
AA/PR/LT
25 de mayo de 2011
La actividad sísmica desde el 18 de Mayo, se ha caracterizado por la presencia de explosiones (37), la mayoría de ellas ocurrieron el 21 de Mayo (12 eventos), en donde además se presentó la más grande, a las 13h48TL. Durante el fin de semana pasado algunas de las explosiones generaron fuertes cañonazos que produjeron la vibración del suelo y ventanas en las poblaciones cercanas.
Adicionalmente, este período se ha caracterizado también por un alto número de eventos relacionados con la movilización de fluidos (gases y/o magma) al interior del volcánen su interior, como son los sismos de largo período y señales de tremor. Desde el día 19 de mayo se ha contabilizado un promedio diario de 120 sismos de largo período y numerosos episodios de tremor que duraron varios minutos a horas, asociados con la emisión de ceniza y gas.
¿Cómo un terremoto de relativa baja magnitud causa este desastre?
Han intervenido varios factores. El seísmo se ha producido cerca de la población y, además, relativamente próximo a la superficie. Además, se ha juntado que muchos de los edificios afectados eran antiguos, como la torre de la iglesia que hemos visto caer por televisión. Los daños, sobre todo, se han producido por elementos no estructurales, es decir, aquellos que no afectan a la estructura de la casa, como un tabique o elementos ornamentales de la fachada que pueden caer sobre alguien y causarle la muerte. El terremoto en sí mismo no mata a las personas, lo que mata y produce pérdidas humanas o materiales es estar en las construcciones afectadas o su entorno.
¿Qué legislación regula la seguridad de los edificios frente a los terremotos?
En España existe la Normativa de Construcción Sismorresistente de 2002 (NCSE-02), que establece los lugares donde se debe construir de acuerdo a esta norma y unas especificaciones de cómo hacerlo. Actualmente está en proceso de revisión. A nivel europeo, y con el mismo espíritu, se estableció el denominado Eurocode 8, dentro del cual cada país miembro puede definir sus propios anexos nacionales. En Lorca no hay un número excesivo de edificios cuya estructura se haya visto afectada. Han sido, sobre todo, los más antiguos, en los que no hay ningún diseño antisísmico.
¿Y qué papel desempeña el tipo de material de las construcciones?
Existen una serie de categorías. En Murcia lo que más abunda es la estructura muraria de piedra (vulnarable y dominante hasta los años 1950) y la mampostera de ladrillo. A partir de los años ‘60 y ‘70 se extiende la estructura de hormigón y progresivamente se empieza a emplear el hormigón armado con refuerzo sismorresistente. Lógicamente este material es el más resistente, frente a la mampostería de piedra tradicional o al tapial (tierra amasada). De todas formas, la vulnerabilidad no solo depende del material de construcción, también de la estructura (a más regular, menos vulnerable, y viceversa).
Además Lorca se asienta en una zona sísmica ‘caliente’ ¿no?
Toda la sismicidad de España está relacionada con el contacto entre las placas tectónicas Euroasiática y Africana. En concreto estos últimos terremotos se asocian a un sistema de fallas bastante bien estudiado, el de Alhama de Murcia, una localidad cercana a Lorca. En los últimos años han ocurrido otros terremotos dañinos en la región, como el de La Paca (una pedanía de Lorca) en 2005, el de Bullas en 2002 y el de Mula en 1999.
Con los datos de estos seísmos se elaboró un estudio en 2008 en el que usted participó…
Sí. Fue un encargo de Protección Civil de Murcia para reevaluar la peligrosidad y el riesgo sísmico en la región a partir de los últimos datos. Los resultados permitieron proponer un nuevo mapa de peligrosidad, que se tuvo en cuenta para elaborar los planes de protección civil ante el riesgo sísmico. Cada comunidad autónoma dispone de planes de emergencia ante los riesgos naturales. Murcia tiene varios, y uno es ante riesgo sísmico: el plan SISMIMUR, que ahora mismo está activado.
¿Cuál es la diferencia entre peligrosidad y riesgo sísmico?
Peligrosidad se refiere a la probabilidad de que ocurra un fenómeno natural en un área determinada y en un periodo de tiempo. Sin embargo, el riesgo sísmico es la cuantificación desde el punto de vista económico de la suma de esa peligrosidad (la calculamos en base a datos de terremotos pasados y extrapolamos hacia el futuro), la vulnerabilidad de las estructuras (capacidad de resistencia de edificios, carreteras, puentes…) y la exposición humana según el momento (el número de personas en las calles depende de la hora, o en verano hay más turistas, por ejemplo). El riesgo de un seísmo en Lorca tendrá un determinado valor, pero el mismo en el desierto del Sáhara será prácticamente 0 porque no hay estructuras ni gente, por mucho que se mueva el suelo no se sufrirán pérdidas. Los cálculos se realizan de forma interdisciplinar.
En cualquier caso, seguimos sin poder predecir un terremoto…
A día de hoy es imposible realizar una predicción en el sentido de concretar el momento y el lugar exactos en los que va a ocurrir. Hay casos de éxito en el que se ha observado una determinada señal precursora y se ha podido asociar a la ocurrencia de un terremoto, pero por cada acierto hay muchos más errores en los que esas mismas señales fallan. Algunos de los precursores que se están valorando son las emanaciones de radón, el comportamiento anómalo de animales, los cambios en el nivel freático o las variaciones del número de microterremotos respecto a los grandes.
¿Alguna recomendación final?
Además de seguir mejorando los estudios sobre los terremotos y la seguridad de las construcciones, considero que la formación y la educación de la gente también son importantes. Como se producen pocos terremotos que causen víctimas o grandes daños en España, hay poca percepción en la sociedad de que existe un riesgo. Igual que se realizan simulacros antiincendios, también se debería enseñar qué hacer frente a un movimiento sísmico. Depende del caso, pero medidas como cobijarse debajo de una mesa rígida y evitar acercarse a una ventana inestable u otro elemento que pueda desprenderse puede salvar vidas.
Fuente: http://www.agenciasinc.es/esl/Entrevistas/El-terremoto-en-si-mismo-no-mata-a-las-personas
A pesar de que los japoneses aún luchan por sobreponerse a uno de los terremotos más grandes de su historia, la ciencia ya está entregando los primeros resultados para tratar de entender por qué fue tan fuerte e inesperado.
Tres trabajos en la edición de hoy de la revista Science son "pistas para armar el puzzle" -dice la publicación- del terremoto mejor documentado de la historia.
Con datos obtenidos con GPS, un grupo internacional de sismólogos descubrió que el terremoto nipón produjo menos ondas largas -las que causaron los mayores destrozos en Chile-; que el deslizamiento de la tierra fue de más de 50 metros, y que en la zona sur del área afectada aún puede haber otro movimiento sobre los 8 grados de magnitud.
60 metros más allá
Mark Simons, del Instituto de Tecnología de California y líder de la investigación, dice que recién están empezando a sacar conclusiones sobre el terremoto.
"Nuestra primera hipótesis es que la emisión de ondas largas depende de la profundidad de la fractura y de cuánto se desliza la tierra. Como el sismo en Japón fue más superficial que el que hubo en Chile, entonces produjo menos ondas de lo esperado". Es imposible -continúa- determinar "si la falta de estas ondas se tradujo en menos daños en Japón comparado con Chile; esto, sin considerar la destrucción por los maremotos".
Otra conclusión obtenida es sobre el desplazamiento de las placas tectónicas tras la liberación de la energía acumulada. El país asiático avanzó hacia el mar hasta 60 metros, una cifra enorme si se considera que el máximo en Chile fue 40 metros, dice Sergio Barrientos, sismólogo de la Universidad de Chile.
Pero para el científico chileno, lo que más impacta de estos primeros resultados es la confirmación de que "nadie esperaba este terremoto". Aunque Japón cuenta con unos 400 GPS, versus los 60 que hay en Chile, todos estos aparatos sólo logran medir los movimientos cerca de la costa, pero no más allá, donde se originó finalmente el movimiento de marzo pasado.
El problema -dice Simons- "fue que sabían cuánta energía había acumulada en la línea costera, pero no en la fosa misma". A diferencia de lo que pasa en Chile, donde las mediciones son más fáciles, la fosa japonesa está a casi el doble de distancia de la costa y fuera del alcance de los GPS. Por ello, y con mediciones parciales, los sismólogos japoneses sólo esperaban un sismo de 7,5, el que además estaba corroborado por los registros históricos.
"Hace sólo un par de años habían descubierto indicios de un maremoto similar al que ocurrió en marzo", cuenta Simons. No alcanzaron a introducir estos datos en los modelos, y eso, sumado a la "ceguera" de mediciones, los pilló desprevenidos. "No podemos cometer el mismo error dos veces; en el norte de Chile existe el mismo problema de la gran distancia entre la fosa y la costa. Aunque es costoso, se debería monitorear la zona mar adentro", dice el estadounidense.
Barrientos coincide: "Esto va a cambiar la forma de clasificar las rupturas, ya que no sólo tendremos que considerar sus características de norte a sur, sino que también de este a oeste".
Energía atrapada
El sismólogo estadounidense Mark Simons advierte que es muy peligroso decir que habrá otro terremoto por falta de liberación de energía tanto en Chile como en Japón. "En ambos casos no tenemos la distribución exacta de cómo se desplazó la tierra (qué tanta energía se liberó en cada lugar)".
En Japón -explica-, al sur de la fractura y donde se produjo la réplica mayor, "no entendemos qué pasa, porque no tenemos registros de terremotos anteriores, pero tampoco podemos decir cuándo habrá otro sismo, si mañana o en 500 años".
Fuente: http://blogs.elmercurio.com/cienciaytecnologia/2011/05/20/primeros-datos-del-terremoto-d.asp
Revista Science: http://www.sciencemag.org/site/feature/data/hottopics/japanquake/
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